viernes, 26 de noviembre de 2010

Barcelona, firme candidata a fabricar la nueva "pick-up" de Nissan

LA VANGUARDIA 26 de noviembre

La decisión se toma el día 2 y el modelo aseguraría la planta durante diez años

El próximo 2 de diciembre el comité mundial de inversiones de Nissan se reunirá en Yokohama (Japón) para tomar una decisión de gran trascendencia para la planta barcelonesa. La adjudicación de una nueva camioneta pick-up, un producto global que podría asegurar la continuidad de la planta de Zona Franca durante diez años. Es una inversión por la que también pujan otras plantas: México, Tailandia y Sudáfrica.

El nuevo modelo empezaría a fabricarse en el 2014 y se contempla como la solución a largo plazo para esta fábrica, que sufre un problema endémico de infrautilización. "Es la oportunidad ideal para la planta de Barcelona, porque las instalaciones ya están preparadas para asumir este tipo de producto y, por lo tanto, la inversión que se requiere es menor", explicó Frank Torres, subdirector general de operaciones industriales de Nissan en España. Torres añadió que "es un modelo de alto valor añadido, lo que implica más carga de trabajo, con un volumen de fabricación elevado y de larga vida". Se calcula que podría durar unos 10 años, frente a los cuatro o cinco de un turismo. La producción inicial prevista podría situarse en unas 60.000 unidades, lo que sumado a los otros productos que hay en la planta, garantizaría el funcionamiento de la misma con dos turnos, según dijo Torres.

La inversión es independiente del vehículo eléctrico que también está a punto de adjudicarse y que todo indica que vendrá a Barcelona. Será la versión eléctrica de la furgoneta NV200, muy importante desde el punto de vista tecnológico, pero no tanto para el empleo, al menos inicialmente. Se calcula que se harán unas 10.000 unidades de la furgoneta eléctrica, frente a las 60.000 de la pick-up.

Esta semana han visitado la planta los máximos responsables del área industrial de Nissan en Europa, con el vicepresidente Trevor Mann a la cabeza. La conclusión, según Torres, es que Barcelona "es una firme candidata y que su posición es competitiva". La única pega es que en comparación con sus competidores hay un cierto desfase en costes que Torres está convencido de que es posible corregir si los sindicatos lo apoyan. "Necesitamos mejorar los costes laborales, más flexibilidad y una optimización de la productividad", dijo. Ayer mismo se informó a los sindicatos y la empresa confía en que el acuerdo sea posible. En los próximos días, se concretarán las propuestas para reducir los costes.

La flexibilidad es, según Torres, uno de los elementos clave pues se trata de un tipo de producto con grandes picos de demanda, con pedidos de 10.000 unidades que llegan de golpe y que es necesario atender de forma muy rápida. Porque, aunque se trata de un nuevo concepto de vehículo, no deja de formar parte de la familia de los pick-up, que es sobre todo un coche de trabajo que compran también de forma masiva los gobiernos para distintas funciones. De conseguir la adjudicación, desde Barcelona se atendería los mercados de Europa, Oriente Medio (incluida India) y en menor medida África.

Otro de los elementos que juega a favor de Barcelona es que se prevé adquirir en el mercado local al menos un 50% de los componentes, lo que abarata los costes. La nueva pick-up no sustituye a la actual Navara, sino que será de tamaño mediano, un nicho de mercado que todavía está por explorar y en el que Nissan espera conseguir un éxito parecido al del cross over Qashqai.

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